El uso de las cajas fuertes está muy extendido a lo largo de la historia. De manera progresiva estos dispositivos han ido mejorando sus prestaciones notablemente. Sin embargo, una opción creciente además de poseer una caja fuerte en propiedad, es alquilarla en un banco. Vamos a ver los pros y contras de este tipo de servicios.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que cuando se alquila una caja fuerte no se hace referencia habitualmente a esos dispositivos que vemos en las películas si no a cajas de seguridad de mayor o menor tamaño dentro de un contexto de seguridad de la entidad financiera.
Un buen ejemplo lo pueden representar las denominadas bóvedas de seguridad en las cuales se distribuyen las cajas a las que pueden acceder de manera privada sus propietarios. Esto lo que hace es que una caja fuerte tenga mucha más utilidad que el hecho en sí de almacenar dinero, ya que, de hecho, suelen utilizarse para el guardado y almacenaje de elementos de valor como puede ser joyas, títulos, documentaciones, etc.
Lo fundamental aquí es tener en cuenta que el contenido tiene carácter confidencial, no se tiene un acceso directo de la misma manera que si se tendría cuando figurará en las cuentas bancarias del usuario.
¿Cómo funciona la confidencialidad de las cajas fuertes?
Este es un elemento que genera mucha confusión ya que, efectivamente, las cajas fuertes alquiladas en el banco mantienen la confidencialidad sobre su contenido, ya que los bancos no tienen derecho a conocer dicho contenido, pero, esto no las exime de estar al amparo de la ley.
Esto significa que, por ejemplo, un mandato judicial puede obligar a identificar el contenido de una caja fuerte o de un buzón de seguridad alquilado en un banco.
En este caso, la responsabilidad del contenido va a recaer siempre en el propio usuario y nunca en la entidad financiera que, recordemos, no guarda responsabilidad sobre lo que contiene. Por tanto, este es un factor muy importante. La protección a tu confidencialidad existe, pero no es absoluta y la responsabilidad del contenido de tu caja siempre será tuya.
¿Merece la pena alquilar una caja fuerte en un banco?
La respuesta no es uniforme ya que lo más adecuado sería decir que depende. En primer lugar, hay que tener en cuenta los costes.
El precio de alquiler de una caja fuerte en una entidad financiera va a depender de diferentes factores, pero fundamentalmente del espacio que se pretende ocupar y los niveles de seguridad que se quieran añadir. Por ejemplo, muchas entidades proponen seguros de protección, aunque no suelen ser de importe elevado ya que, recuerda que si no comunicas el contenido no es responsabilidad de la entidad ni tampoco lo puede pasar para decidir si la valoración de seguro es adecuada.
Por tanto, realmente de lo que depende es de la relación entre el valor de lo que tú quieres guardar y el coste que te supone guardarlo. Teóricamente si lo que estás almacenando no adquiere un valor con el paso del tiempo puede ser que consideres el alquiler como una perdida. No obstante, aquí entra en juego otros elementos, como, por ejemplo, el valor sentimental que quieras atribuir a una joya.
Lo que sí es importante saber es que es una opción que se ha ido abriendo con el paso del tiempo y que a veces más asequible por lo que, si efectivamente tienes interés en utilizar este tipo de servicios puede resultar interesante que consultes precios y diferentes ofertas.