Muchas empresas de marketing siguen basando sus campañas en el acoso y derribo del usuario, siguen cometiendo el error de molestarlo, de interrumpirlo y empujarlo a visitar una página web, un anuncio o a ver información que no ha solicitado. Este marketing tradicional está, si no muerto, en vías de extinción.
Hoy se ha impuesto la necesidad de los contenidos, de la información que añade un plus a lo que son las personas y las empresas. Para conseguir un sorprendente marketing de contenidos, tenemos que evitar los errores más comunes.
Planifica bien tu estrategia y metas para desarrollar un contenido acorde con tu público objetivo.
Contar con una estrategia definida y por escrito, es fundamental para que las empresas aumenten sus ventas, pero sin embargo, si no plantean y definen bien la estrategia, no conseguirán su objetivo. Estos objetivos se pueden lograr definiendo a las personas, analizando los distintos temas, formatos y tiempos, creando múltiples equipos de trabajo, repartiendo roles y tareas específicas, etcétera.
La planificación es una necesidad vital. El contenido debe estar en línea con nuestros objetivos de negocio. Necesitamos incentivar bien a las personas para desarrollen contenidos que impacten y satisfagan las necesidades de nuestros usuarios.
Hay que ser pacientes, perseverar, el éxito no llegará sin hacer nada, tenemos que probar, probar y probar. Hay que dar una oportunidad a nuestras estrategias para saber si funcionan o no. No debemos preocuparnos, el resultado positivo se alcanza cuando la estrategia tiene sentido y, conociendo bien a nuestros usuarios, estaremos en condiciones de darles justo lo que necesitan.
Además, necesitamos a alguien que controle que se están cumpliendo las directrices establecidas en la estrategia, por ejemplo: el respeto del calendario editorial o cualquiera otro de los objetivos trazados.
Mantén una comunicación cercana y transparente con tus usuarios.
El marketing de contenidos debe ser una forma de cercanía, una posibilidad para hablar con nuestros usuarios y, por qué no, una forma de ser diferente en nuestra manera de contar las cosas. Si conseguimos tener éxito en nuestra comunicación, será más fácil que consigamos el esperado engagement con nuestros usuarios.
La ética y la transparencia son fundamentales. No podemos traicionar a nuestra audiencia. Por ejemplo, si alguien se ha suscrito a nuestro newsletter, no debemos aprovechar esta suscripción para enviarle comunicaciones que no espera. La mejor forma de entender a nuestros usuarios es preguntarles a ellos. Debemos saber quienes son, que cosas hacen, que es lo que desean realmente, qué o quienes les importan y cuáles son sus problemas. Sabiendo de ellos, podemos actuar y conseguir nuestros objetivos de negocio.
A modo de conclusión, insistir en la importancia de una correcta definición de los objetivos y de cómo vamos a conseguirlos, en la necesidad de conocer quiénes son nuestros usuarios, para saber qué tenemos que darles y pasen, de ser usuarios, a ser nuestros clientes.