Septiembre es conocido por ser un mes de retos financieros para muchas familias. Con el inicio del nuevo curso escolar, el regreso al trabajo y la resaca de las vacaciones de verano, los gastos se multiplican y las cuentas comienzan a temblar.
En este contexto, resulta crucial adoptar una estrategia económica efectiva que permita afrontar este mes sin poner en riesgo la estabilidad financiera. A continuación, presentamos algunas claves económicas que pueden ayudar a superar la temida ‘cuesta de septiembre’.
Claves para una correcta organización económica
Planificación y presupuesto. Antes de que llegue septiembre, es importante establecer un presupuesto que refleje tanto los ingresos como los gastos previstos para este mes. Esto incluye no solo los costes fijos, como el alquiler o la hipoteca y las facturas, sino también los gastos variables que son específicos de este periodo, como material escolar, ropa y actividades extracurriculares para los niños.
Ahorro previsor. Si es posible, empiece a ahorrar algunos meses antes. Establecer un ‘fondo de septiembre’ puede ser una excelente manera de acumular una reserva de dinero que ayudará a hacer frente a los gastos adicionales que surgen durante este mes.
Evitar compras impulsivas. La emoción y la presión social a menudo conducen a compras impulsivas que no son realmente necesarias. Sea consciente de sus necesidades reales y evite caer en la tentación de ofertas y promociones que no contribuyen a sus objetivos financieros y que pueden desequilibrar su presupuesto.
Comparar precios. En línea con el punto anterior, comparar precios antes de realizar cualquier compra es crucial. Esto es especialmente relevante para gastos grandes como material escolar o ropa nueva para el inicio del curso. Hoy en día, gracias a internet, comparar precios es más fácil que nunca.
Gastos compartidos y descuentos. La cuesta de septiembre es un buen momento para considerar sistemas de gastos compartidos. Por ejemplo, el carpooling para llevar a los niños al colegio o comprar material escolar en grandes cantidades junto con otros padres para aprovechar descuentos por volumen.
Créditos y financiamiento. Si tras evaluar tu situación financiera encuentras que te será difícil cubrir todos los gastos de septiembre, es posible que consideres recurrir a algún tipo de financiamiento. Sin embargo, es crucial ser cauteloso en este sentido. Los préstamos y las tarjetas de crédito pueden ser útiles en situaciones puntuales, pero también pueden llevar a una deuda insostenible si no se manejan con responsabilidad. Por tanto, si optas por esta vía, asegúrate de tener un plan claro para reembolsar el dinero en el menor tiempo posible y con los menores intereses.
Compra de segunda mano y mercados de intercambio. La cultura de la reutilización ha ganado terreno en los últimos años, y esto es algo que puede resultar especialmente útil en septiembre. Materiales escolares, libros de texto e incluso ropa pueden ser adquiridos de segunda mano o intercambiados con otros padres en una situación similar. Además de ser una opción más sostenible, comprar de segunda mano puede representar un ahorro significativo.
Utilizar apps y herramientas financieras. Existen numerosas aplicaciones y herramientas financieras que pueden ayudar a llevar un control más exhaustivo de tus gastos e ingresos. Desde aplicaciones que categorizan automáticamente tus gastos hasta otras que te permiten establecer objetivos de ahorro específicos, estas herramientas pueden ser tus aliadas en la cuesta de septiembre. Utiliza la tecnología a tu favor para mantener tu economía bajo control.
