Qué implicaciones económicas tiene que nuestra cuenta esté en descubierto

Existen diversas razones por las que podemos llegar a tener un descubierto en nuestra cuenta bancaria. Ya sea por derroche de dinero, una mala gestión del mismo, algún recibo o pago inesperado, etc. Esto ocurre cuando el cliente gasta más dinero del que tiene disponible, ya sea por descubierto, falta de planificación o incluso por necesidad, y el banco le adelanta los fondos necesarios. 

Aunque los bancos descubiertos pueden resultar útiles en momentos de apuro, es importante tener en cuenta que se trata de una deuda, y una deuda costosa, como analizaremos a continuación.

En qué consiste un descubierto bancario 

El problema de los descubiertos no radica únicamente en la obligación de devolver el dinero prestado por el banco, sino en los diversos gastos adicionales que conllevan, los cuales aumentan con gran su costo. De esta manera, un descubierto de tan solo cinco euros durante una semana podría terminar costando alrededor de 50 euros.

Las entidades bancarias suelen aplicar una comisión por descubierto, además de los intereses correspondientes. La comisión suele ser del 4,5 % sobre el saldo deudor más alto, con un mínimo de 15 euros, aunque cada banco establece sus propias tarifas. Por otro lado, los intereses suelen oscilar entre el 7 % y el 7,5 %. 

Sin embargo, existen límites establecidos para proteger a los clientes. En el caso de los particulares, el Banco de España explica que el coste del descubierto tiene un límite legal, de manera que la suma de la comisión y el interés por descubierto no puede resultar en una tasa anual equivalente superior a 2,5 veces el interés legal del dinero. En 2023, el interés legal es del 3,25 %, lo que significa que el límite legal para los descubiertos sería del 8,13 % TAE.

En general, el impacto de los intereses en las cuentas de los clientes es mínimo, siempre y cuando el monto del descubierto sea reducido y no se mantenga durante un período prolongado de tiempo. Por ejemplo, para un descubierto de 100 euros mantenido durante 15 días, los intereses ascenderían a unos 30 céntimos. Por otro lado, la comisión por descubierto sí tiene un efecto mucho más notable en la economía del cliente.

Además de los gastos mencionados anteriormente, existe otro factor a tener en cuenta: la comisión por solicitud de posiciones deudoras. Esta comisión representa la “guinda del pastel” en términos de costos adicionales.

El banco cobra esta comisión para cubrir los gastos asociados con la recuperación de la deuda. Por lo general, oscila entre 30 y 40 euros y afecta especialmente a aquellos clientes que tienen un descubierto de unos pocos euros, ya que aumenta significativamente el coste del crédito. Algunos bancos solicitan esta comisión de manera progresiva, cobrando diferentes montos según si el aviso al cliente se realiza mediante un simple mensaje de texto, una carta certificada o un burofax.

Algunas características también están basadas en una estructura de comisiones escalonada, de modo que si el descubierto es de una importación reducida, por ejemplo, inferior a 10 euros, no se cobra dicha comisión, y la tarifa aumenta a medida que el monto del descubierto es mayor.

Es fundamental que esta comisión esté estipulada claramente en el contrato de la cuenta. Además, el Banco de España considera que debe existir proporcionalidad entre el importe de la comisión y el coste de los medios utilizados por la entidad para reclamar la deuda.

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